“C'est Dieu qui créa l'eau. Mais
l'homme fit le vin” (Victor Hugo)
Cal Lluís pone a disposición de sus clientes una
surtida bodega de vinos que provee una selecta y
detallada carta. Los vinos catalanes y sobretodo los
del Penedés tienen un lugar preferente en esta muestra.
La selección de bodegas elaboradoras pretende que los
vinos que figuran en la carta sean la expresión del
espíritu y el sustrato de la tierra de la que proceden.
La pasión de Cal Lluís es mantener estos vinos en las
mejores condiciones hasta el momento de escanciarlos
con el cuidado que merecen.
Para que el vino dé sus mejores características, Cal
Lluís lo sirve en copas Riedel, consideradas por los
profesionales del sector como las mejores que existen.
“El contenido determina la forma. Riedel fabrica las
copas más perfectas, tanto por razones técnicas como
para gozar del placer. Estas copas influyen
profundamente en los buenos vinos. Faltan palabras
para explicar hasta qué punto son importantes”. Esta
reflexión la escribía Robert M. Parker Jr. en The
wine Advocate. Las copas Riedel son las únicas que
tienen la capacidad de trasladar toda la sensualidad y
expresividad de cada tipo de vino. Por este motivo las
hemos seleccionado.
La carta de destilados y generosos va desde los
productos que ya conocían nuestros abuelos hasta los
más actuales: desde un anís Manelic o un Chartreuse a
un marc de cava o un destilado de Alisier.
La ratafía de nueces es el licor más tradicional de
Catalunya. Ya era popular en el siglo XVII. La
elaboración de este licor es una tradición que ha
pasado de padres a hijos en muchos pueblos de
Catalunya y, a pesar de que ha ido desapareciendo la
costumbre de elaborarla, hay una cierta recuperación
de la tradición. Cal Lluís pone su grano de arena para
conseguirlo.