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Muestra permanente de homenaje al Cine con un
proyector Ossa VI de los años 40
Cine Cal Lluís inició las sesiones cinematográficas
en Sant Martí Sarroca poco después del final de la
Guerra Civil, gracias a la actividad emprendedora de
Lluís Gili i Vallès
La muestra es un pequeño homenaje a la gran aportación
del cine a la cultura y también a 40 años de labor de
una sala estable de proyecciones en Sant Martí
Sarroca.
Volando hacia Río de Janeiro y El viajero
solitario inauguraron las sesiones de esta sala el
día 1 de noviembre de 1939, apenas ocho meses después
del fin de la guerra. El último tango en Madrid
y Miércoles de ceniza fueron las proyecciones
que cerraron la sala el 25 de marzo de 1979.
En un rincón de Cal Lluís se pueden ver hoy algunos
elementos característicos de la historia del cine: Un
gran proyector Ossa VI, junto al cual se exponen
carteles, programas de mano de películas de gran
renombre... Se trata de elementos que contribuyeron a
popularizar un medio que ha proporcionado al público
imágenes que de referencia, de moda, de sueños e
incluso pautas morales a lo largo de décadas. La
exposición se creó como homenaje al centenario de la
invención de cine, que se conmemoró en 1995.
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